Tenemos historias que contar – Carolina Guevara

El fútbol practicado por mujeres comienzo su historia años atrás, no hay un verdadero registro que recolecte todos los sucesos que han llevado a que el día de hoy tengamos una liga profesional. Como jugadora y fanática del fútbol me convierto en esa voz viviente que resiste y lucha hombro con hombro por ese espacio en un deporte hecho para hombres. Darle voz, resaltar el valor y demostrar el talento que tiene el fútbol femenino es parte de este proyecto. No somos los pioneros pero seguimos siendo las mujeres que luchamos y persistimos constantemente por demostrar que si somos merecedoras de este espacio. El fútbol va más allá de ser un solo deporte, pues este ha permeado en diferentes ámbitos que terminan siendo el reflejo de muchas invisibles pero constantes de la mujer por un espacio igualitario dentro de una sociedad patriarcal

Textos de los jurados de Tesis

Gabriela Ardila Biela

El trabajo estaba compuesto por un libro, calcomanías, bufandas mandadas a tejer alusivas al fútbol practicado por mujeres, dos dibujos hechos por la estudiante y un video de un partido de fútbol de la selección de los Andes contra la selección de la UNAL. Durante la sustentación Carolina explicó la motivación para realizar este trabajo, sus intereses y experiencias como futbolista y la importancia en su vida de practicar este deporte. Fue evidente en el trabajo que había gran cantidad de elementos que Carolina quería abarcar, desde la forma del cuerpo mostrándolo en los dos dibujos de las piernas de dos futbolistas, la práctica grupal mostrando el video del partido, como también la relación desde ser personas espectadoras con las bufandas que fueron diseñadas para proponer elementos específicos de fútbol practicado por mujeres. Finalmente Carolina propone en el libro una reflexión personal y acompaña el texto con citas e información de entrevistas y conversaciones que tuvo con otras personas del ámbito deportivo.

La obra muestra originalidad y creatividad, sin embargo, el texto no es preciso, no es claro qué es lo que Carolina quiere desarrollar en el mismo. Los argumentos no son presentados ni desarrollados en el texto, hay mezcla de conceptos, a veces escribe sobre fútbol practicado por mujeres, en otros momentos escribe sobre fútbol femenino, no aclara cuándo usa cuál término. Al mismo tiempo, las citas de las entrevistas son largas y no hay una reflexión acorde con el uso de las citas en el texto. No hay ninguna guía metodológica que acompañe el texto para poder entender sus objetivos. Le recomiendo a Carolina que trabaje desde el punto de enunciación feminista, podría buscar información de Gloria Anzaldúa, bell hooks, Donna Haraway, Sandra Harding, entre otras autoras y para fortalecer las reflexiones en torno al fútbol específicamente recomiendo revisar el libro Futbolera de Brenda Elsey y Joshua H. Nadel. Aunque el textos es muy sincero le falta fortaleza argumentativa, orden y claridad. También, entiendo el deseo de abarcar diferentes elementos de su vida como futbolista sin embargo, creo que sería más provechoso escoger unos elementos específicamente en los cuales concentrarse para así poder desarrollarlos de mejor manera.

En la sustentación decidimos darle 4,0 como nota final del trabajo presentado por Carolina Guevara González.

Ivan Rickenmann

EL TEXTO

Es un texto formal, tranquilo, que nos ilustra muy bien el mundo del fútbol femenino y sus dificultades frente al poder machista y patriarcal que domina este deporte. Sin embargo, a medida que se avanza en la lectura, crece la necesidad de sentir una intención clara por parte de la autora, una idea que amarre todas esas anécdotas y casos presentados; el motor de la obra. Pero no llega. Hay mucho material valioso que necesita ser organizado y estructurado…

La tipografía escogida dificulta bastante la lectura, sobre todo en los segmentos resaltados. Hay que tener cuidado con el corte incorrecto de palabras en el cambio de renglón.

El diseño gráfico y los colores escogidos representan muy bien el universo del fútbol, pero su uso exagerado incomoda un poco la lectura.

Muy buena la idea de hacer del texto un álbum de fútbol, uno diferente. Vale la pena desarrollarla.

LA OBRA

Estamos frente a una suerte de altar, un altar al futbol femenino. Bufandas tejidas con mensajes de apoyo y que exaltan esa lucha valiente de las deportistas ante la estructura patriarcal -casi inamovible- de la Federación Colombiana de Fútbol; dos dibujos de gran formato a cada lado, bellos y exquisitamente elaborados, que nos muestran las piernas bellamente moldeadas por este deporte, y que resultan grandiosamente femeninas; unas “monas” de álbum de fútbol que son realmente un tributo a todas las jugadoras de este deporte; y un video que muestra momentos particulares de un partido de fútbol femenino, pero filmado desde una posición privilegiada, como visto por una jugadora más.

La sustentación de Carolina, clara, pausada y apasionada, deja escapar de manera reiterada un aspecto de suma importancia y que no aparece en la obra: la idea de construcción de una feminidad a partir de sus experiencias como jugadora de fútbol. Esto nos ofrece una lectura diferente de la obra y teje un hilo conductor que hasta ese momento no existía. Porque la obra nos muestra muchos aspectos relevantes de la condición desfavorable de la mujer en este deporte, contrastados con la pasión y emoción que puede generar en el público, independientemente de las dificultades, y pese a ellas. Pero se queda ahí… Queda la sensación de que falta una propuesta sagaz, una intención más clara en la obra. Porque esta se mueve entre dos universos muy diferentes que son el juego y el deporte, por un lado, y la hinchada con toda su parafernalia e iconografía, por el otro. Pero falta cohesión, falta ese diálogo entre esos dos mundos. Y pienso, según el discurso de Carolina, que podría ser esa construcción de una feminidad en torno al fútbol y a esa pasión. Porque su sensibilidad y calidades artísticas así lo dejan ver; los dibujos son bellos y fuertes, y son muy bien planteados. Y la idea del tejido de las bufandas está ahí latente: tejer esa nueva feminidad.

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