Tecnica: Torno y modelado manual
Material: Arcilla Blanca y negra
Dimensiones: Varias
Año: 2024
Esta obra es una declaración del amor y cariño que le tengo a Otto, mi mascota desde hace dos años. Un perrito negro con pecho blanco, orejas y cola despelucadas, al que le encantan los palos y es envidioso con las pelotas, que solo da la mano si tienes comida, que sonríe cuando hizo algún mal, al que solo le preocupa jugar, comer y recolectar palitos.
Guía de movimientos para entender a Otto, es un proyecto que nace de la intimidad con mi perro y es al mismo tiempo una excusa perfecta para compartir más tiempo con él y prestarle especial atención.
El proyecto consiste en 9 piezas de cerámica realizadas en torno y modelado manual. De las piezas, ocho son vasijas que contienen dibujos en secuencia de movimientos particulares de mi mascota, que vienen de un estudio de observación meticuloso sobre él. La otra pieza es una recreación de un palo de madera, que es el objeto favorito de mi perro. En este proyecto me interesa explorar la cerámica como medio de registro del mundo de mi perro, diseccionarlo a él y plasmar todos sus detalles de comportamiento y fisionomía en las vasijas.
María Paula ha creado unas vasijas de cerámica basadas en tipologías griegas, con motivos de su perro en movimiento. Algunas, montadas en dispositivos exhibitivos, giran en torno a sí mismas, desplegando los dibujos. Hay un palito muy bien reproducido del original favorito de Otto. Todo está impecable, los objetos, sus bases, la presentación, el texto que da cuenta del desarrollo, los referentes.
Si bien las vasijas con decorados animales existen desde su origen mismo, me falta un poquito de amarre conceptual entre los elementos: vasijas griegas, el perro Otto y sus movimientos, el trofeo a la “mejor sonrisa…”. Por otro lado, en el texto hay un énfasis en la “observación minuciosa” de los movimientos, pero los dibujos alrededor de las vasijas resultan muy esquemáticos (obviamente por cuestiones del medio) y las variaciones son mínimas, cuando se hubieran podido escoger poses más dinámicas, o simplemente representar posiciones y ángulos variados del perro, sin apelar a una secuencia.
–Juan Mejía
El proyecto de María Paula Rodríguez, Guía de movimientos para entender a Otto, presenta una serie de esculturas en cerámica, vasijas principalmente, que ilustran los movimientos sutiles de su perro. Las piezas conservan una reminiscencia con la historia de la cerámica, particularmente la griega, pero también con la historia de la fotografía y los juegos ópticos que precedieron su invención. La bases giratorias que desarrolló para presentar las piezas son acertadas pues acercan la cerámica a todo este imaginario de ilusionismos ópticos. Además, el trabajo con los acabados, al elegir trabajar con bajo cubierta, hace que las figuras resalten y tengan un detalle y color efectivo para el propósito de ilustrar los movimientos de Otto. El palo en cerámica negra, la única pieza mate de conjunto, y la única sobre la pared, queda como evidencia de los juguetes del perro que ahora son inmortalizados por la cerámica. Es interesante la ironía de la pieza pues si se le fuera lanzar al perro se rompería en mil pedazos.