Casa vacía, hogar fluido es una escultura que busca representar la esencia efímera y fluctuante de la experiencia de habitar. Surge de la exploración de materiales desechables como la cáscara de huevo, cuya naturaleza protectora y frágil desencadena una reflexión sobre el significado de los conceptos de casa y hogar.
Al igual que la cáscara está destinada a romperse para dar paso a un nuevo ciclo de vida, nuestros hogares y casas parecen estar condenados a quebrarse y disolverse con el tiempo. Esta realidad plantea interrogantes fundamentales: ¿Cuándo se convierte una casa en un verdadero hogar? ¿Cuándo deja de serlo? ¿Cómo se distinguen estos dos conceptos aparentemente inseparables?
En esta estructura se despojan mis casas de sus límites para exponer lo que ocurrió en su interior, revelando la fluidez y fugacidad de mis hogares.
Textos de los jurados de Tesis
Barbarita Cardozo
Casa vacía, hogar fluido, de la estudiante Natalia Salamanca, sobresale por la formalización poética de los conceptos propuestos a través de las tensiones presentes en la escultura, contraponiendo una estructura interna, frágil, orgánica y que tímidamente trata de desbordarse, frente a una estructura exterior, vertical, rígida y compuesta por un material duro. El mecanismo tecnológico que controla el tiempo de la caída del polvo de cascara de huevo a través de los conductos internos, el sonido que produce dicha caída, el estancamiento del polvo en ciertas partes del conducto y las líneas arquitectónicas dibujadas que componen la viga secuencial externa; logran intensificar las percepciones sensoriales del espectador en relación con la pieza. Se recomienda darle mayor cabida a escuchar de manera intuitiva y sensorial los comportamientos de los materiales y las materialidades que van surgiendo en el proceso, lo que le permitirá alejarse de artificios innecesarios, encontrando soluciones más asertivas. En el texto, se resalta la precisión y la claridad de los argumentos tanto conceptuales como formales alrededor de la idea de casa, hogar, cascará, cascarón, coraza y caparazón mediante una redacción impecable y fluida con referentes idóneos, así como una debida autorreflexión desde la experiencia personal. A su vez, el texto se ve enriquecido por una descripción adecuada del proceso trabajado y un subtexto latente. Se recomienda revisar aquellas decisiones formales del proceso que no quedaron plasmadas como el uso del vidrio.