Este proyecto es un acercamiento principalmente material a la tierra, el fique y los relatos que en ellos están inscritos. Gracias a esta exploración se formulan y abordan preguntas sobre qué compone y delimita mi propio territorio, entendiéndolo como la columna vertebral de un tejido social que da sentido a todos sus aspectos culturales, sociales y políticos. El fique me permitió recorrer ese espacio inmaterial, la tierra, hacer un mapa del mismo. Tejer esta fibra significa para este proyecto lo mismo que el caminar para la realización de un mapa: es la manera de reconocer el espacio que se va a graficar.
El producto de la investigación es un mapa que materializa un espacio no físico, construyendo así una “casa” a partir de pinturas de tierra que se borran con el tiempo, ladrillos construidos en arcilla y tierra, y tapices de fique que funcionan como muros y ventanas. En este mapa hay cuartos: míos, que veo desde un avión, que tienen muchas cosas, que están a punto de desaparecer, que son nidos, que son sillas, donde hay paredes con huecos y otras que no dejan pasar la luz, donde están las casas que sueño tener, donde me ducho…