Vampirismos es un juego curatorial que se aprovecha de los múltiples espacios en los que un “algo” se puede desplegar. Un archivo digital, un libro y una exposición son los tres campos donde se despliega este juego. Piensa en la práctica artística como un mundo de posibilidades amplio que permite jugar a muchos, y no solamente a uno, en el libro 18 personas participaron y en la exposición más de 25.
Este proyecto es una apuesta a la creación en conjunto, que usa al vampiro como la figura principal que seduce e invita a las personas a que hagan cosas, artes, objetos, textos, para que se encuentren en este lugar.
El proyecto Vampirismos de María Antonia Plata, se enmarca desde un ejercicio de largo aliento desarrollado por Plata desde años atrás, de investigación, especulación, catalogación, edición, curaduría y otras operaciones formales y conceptuales. Este proyecto más allá de lo curatorial indaga sobre las diversas prácticas alrededor del concepto planteado y se manifiesta como una vasta y amplia área de investigación y de creación, que parte desde lo individual, hacia lo colectivo. Las relaciones intrínsecas que se desarrollan y llegan a esta parte del proceso, son sólidas y se concretan de manera meritoria tanto en el espacio común exhibitivo, como en el proyecto editorial y la plataforma web, en donde reposan y se nutren diversas memorias.
Es de resaltar la importancia de este tipo de proyectos que se asumen desde el diálogo, la invitación, especulaciones desde los saberes particulares de cada uno de los invitados que hacen parte de este proyecto curatorial-editorial. Cada voz o quehacer encuentran un eco que se refleja incluso, desde la diferencia y la eventual aleatoriedad que asume cada una de estas personas participantes en conexión con las intenciones de Plata.
Es así como, el componente conceptual que parte desde una serie de coordenadas planteadas por Plata, se articulan con una serie de experiencias-gestos-insinuaciones, que, a modo de un mapeo, ubican en la deriva a quienes hacen parte tanto en la escritura como en la producción audiovisual de Vampirismos. Aunque la premisa parte de una serie de referentes particulares de esa imagen especular del vampiro, cada uno de los componentes se proyectan como un conjunto desde diferentes lugares y contextos de esa idea, que en unos casos es eterno, en otros es narciso, en otros taciturno, en otros fuera de un lugar específico. La amplitud de estas miradas y de polifonías invitan a pensar en futuras versiones que piensen la idea del vampiro desde un contexto eventualmente menos euro centrista y más hacia lo latinoamericano, desde la sociología y la antropología, como insumo eventualmente para futuras versiones.
El proyecto editorial colecciona –por así decirlo–, una serie de reflexiones que vale la pena pensar cómo podrían estar más presentes en los emplazamientos espaciales, pues varios de ellos, poseen una riqueza que se expresa en el objeto libro, pero que deben hacer sonar sus voces en otras estrategias hacia una posible práctica de gráfica expandida.
La escucha y el diálogo son parte fundamental de la experiencia expandida resultante y como se reiteró, de un valioso aporte en el campo del hacer desde las prácticas artísticas, dando un aire a procesos de conexión colectiva, sobre fenómenos aparentemente banales, o no tan decimonónicos de las prácticas artísticas contemporáneas. Las duplas ‘curadas’ por Plata y las relaciones dentro de su propuesta exhibitiva demuestran una capacidad e intuición sobresaliente, para componer ese monstruo disímil y neobarroco que implica esta serie de investigaciones de múltiples soportes y reflexiones al unísono.