Pretérito imperfecto es un viaje nostálgico, una visita con cronómetro, un juego con la línea del tiempo que he vuelto circular y moldeable. Nace del insaciable anhelo de volver al pasado, de retornar a “tiempos mejores”, de la maña de esperar que un momento firmara su fin para poder apreciarlo; un deseo que ya se tornaba perjudicial, desconectándome de un presente que percibía tedioso y doloroso. Pretérito imperfecto forma parte de un recorrido escritural sincero y desgarrador con un propósito curativo con cinco visitas a mis sentires de la nostalgia: la infancia, las amistades, el desamor, la manifestación física del recuerdo, y, finalmente, la aceptación de ya no caber en un pasado del que se crece más grande. Cuenta con cinco obras que nacen de poemas que acompañan cada visión y crean libros, instalaciones y libros-objeto, desplegando la escritura más allá de la letra. Es una excursión en escritura del que traje recordatorios a modo de obras, que se esfuerzan en congelar momentos, que tienen preguntas, confesiones y recuerdos. Pretérito imperfecto es una oda a la nostalgia, una oda a la nostalgia para decirle adiós.