Este proyecto busca establecer una conexión directa entre las técnicas gráficas, en su faceta experimental y rústica, con el espacio público y las personas que lo habitan. A través de experiencias prácticas y talleres, los participantes crearán sus propias piezas gráficas.
Los encuentros se llevarán a cabo alrededor de un taller gráfico móvil, que consiste en una bicicleta adaptada con cuatro estaciones de trabajo, cada una dedicada a cada fase del proceso de impresión: La creación de la matriz de la imagen, el entintado, el copiado de impresiones y finalmente el secado y limpieza.