Mi trabajo se centra en mi experiencia con la despersonalización/desrealización, una forma de comportarse de los trastornos disociativos que se caracteriza por una sensación persistente o repetitiva de desconexión con uno mismo y/o el entorno. Sin embargo, siempre permanece la conciencia de que la experiencia de desconexión no es real, sino solamente un reflejo de las sensaciones. En mi propuesta artística, deseo sacar esta sensación del ámbito personal, generando una experiencia que permita que las personas lleguen a sentir este sentimiento de desorientación y extrañeza en lo cotidiano.
Con el fin de abordar la desrealización, quiero hacer una instalación en forma de doble espiral, en donde se genera una reducción progresiva del espacio, tanto en el ancho del corredor como en la altura del techo. Con esto, quiero comenzar a generar en la persona una sensación de claustrofobia, que prepare el encuentro con la pieza central. Por otro lado, la pieza central responde a la despersonalización, partiendo del símbolo del espejo negro. La pieza central es una escultura cinética que produce un reflejo. Esta es activada con la llegada de los visitantes, produciendo vibraciones diferentes velocidades que generan la distorsión del reflejo.
Reflejo Ajeno de Mariana Ariza es una instalación ambiciosa que condiciona al cuerpo a experimentar con su sombra. Mariana nos ubica en un lugar de extrañeza donde es difícil reconocer el propio rostro. De la oscuridad a la luz vivenciamos a partir de la propia experiencia de vida de la artista. Una gran estructura invita a entrar a lo desconocido, el negro absorbe toda imagen en el laberinto. En el centro se encuentra un espejo de aceite negro, la ubicación espacial recuerda el mito de narciso, solo que este narciso no puede verse. Cada cierto tiempo una vibración surge de las profundidades del aceite denso y deforma lo poco que era reconocible. Un sistema sofisticado para un gesto sutil dificulta el momento de introspección. Para una próxima muestra sugeriría tener en cuenta el sonido que distrae, buscar una luz que no dificulte ver el reflejo y que la deformación del rostro sea más evidente. Recomendaría buscar mecanismos low-tech para darle más espacio al encuentro íntimo y contemplativo. Que lo sofisticado esté en el cuidado de los detalles, en la sutileza y el silencio constructivo.