La pintura se puede transformar, mutar y adaptarse. Una forma de transformación/adaptación es
apropiándose de la tecnología digital, pues los múltiples softwares dan la posibilidad de pintar sin usar materiales. Pero se deja de lado algo que es irremplazable: la pintura como materia. La pintura tiene textura, es algo tangible que podemos tocar, tenemos control sobre ella, pero no en su totalidad, pues tiene un elemento de azar que tampoco se puede remplazar con la lectura de pincel de un programa. Aunque en este caso esta tecnología digital es tomada como material para el hacer artístico.