Todos alguna vez hemos pasado por un evento traumático que nos ha dejado una herida, no importa si es grande o pequeña, muy dolorosa o relativamente suave, siempre será algo que habitará en nuestra memoria. Sin embargo, a diferencia de una herida física, sanar el dolor que no podemos ver puede llegar a ser más complejo. Porque cuando se habla de un trauma no se puede distinguir donde está el daño, solo te sientes mal.
Pero…
¿Qué ocurriría si este tipo de padecimiento se manifestara de forma física?…
Esta instalación de técnicas mixtas consta de tres figuras principales de madera intervenidas con acrílico, tres dioramas y un objeto encontrado intervenido que tiene como objetivo materializar las sensaciones de sentimientos como tristeza, rabia, decepción, ausencia y pánico. Historias de un Alma Fragmentada busca ponerle cara a esos eventos traumáticos para poder enfrentarlos mas fácilmente.